25 agosto 2007

Navacerrada y La Raja - Tardes de verano

En Madrid, durante el verano no es fácil salir a trepar.

Pero como los días son largos, las tardes suelen dar mucho juego. Hay paredes fresquitas con propuestas más que interesantes para todos.

Un ejemplo claro son La Raja y los riscos de Navacerrada.

Una delicia!!!


22 agosto 2007

Reencuentros

El otro día, le dí un toque a Palan para ver que hacíamos el finde y...

Sorpresa!!!

Me comentó que Pablo y Juanjo habían vuelto ya de los estates y que, cómo no, el plan era ir a la Cabrera, a las Agujas de los Tres Amigos. Jejejeje, fisurear y reencontranos con los amigos después de sus aventuras al otro lado del charco.

La gente anda muy fuerte y muy motivada...
Parece que se avecina una muy interesante temporada!

Ahí van unas fotillos para poner a cien los dedos de los más sufridores.


20 agosto 2007

Días de Surf

Pues aprovechando el puente del 15 de Agosto, decidí hacer una pequeña incursión por tierras asturianas y gallegas. Un viajecito en busca de olas, como preparativo para el otoño que se avecina.
Ya se sabe que en verano las condiciones no suelen ser las más favorables, así que estaba decidido a surfearlo todo, hasta el 0,25 de la orilla.
Jajajajajaja.
;-)

Me planté en Asturias, primera parada casi obligada, Rodiles. Allí pasé una tarde con Anina y compañía. Como siempre, muy divertido, lástima que siempre sea a la carrera y no sean unos cuantos días.
Después ya en Muros, disfruté un mar casi plato y una playa de Salinas, muy sosa. Salvo una tarde, en la que motivado por una tormenta, el mar se animó y salieron unas olitas mu majas.
No eran dos metritos, pero estaba cerquita. Cuatro chaneros y yo en el agua. Tremendas ostias al principio, pero después de decidirme a echarle huevos, se surfeó bastante bien. Muy buenas sensaciones...
También estaba Eli por allí, y por las tardes se estilaron sendos paseos por Gijón, Oviedo y Avilés, descubriendo en lo viejo de Avilés, un garito llamado Tataguyo, donde delicias culinarias inimaginables nos dejaron patidifusos. Recomendable sobre manera, las setas rebozadas y la longaniza cocida.
A deliciar!!!!

Después del finde puse rumbo a Galicia, por la costa, ya que quería intentar surfear en Pantín, cosa que no fue posible ya que mar estaba plato. Jooooder!!!!
LLegada a Sada risas, como siempre, mucha subnormalidad acumulada y mongolismo desatado.
De todo ello, un conclusión clara. SUPERSí.
Es lo que hay.

Tardes de Wake en la ría, y noches de risas y charlas con psicólogas a las 6 de la mañana ambos borrachos.
Galicia...


4 Horas...

Dicen, que muchas veces, para apreciar lo que te rodea y saber disfrutar de la vida, tienes que vivir una experiencia límite.

Yo encuentro, que muchas otras de éstas experiencias te vienen dadas por la contemplación del mundo que tenemos al alcance.

La semana pasada, después de una noche de risas por Coruña, y una mañana de resaquilla, la intención era pillar las tablas e ir a Bastiagueiro. Pero como el mar estaba tan fuerte y los cuerpos resacosos ya se sabe que no rinden muy allá...

Decidimos ir de turisteo y verz el "estado de la mar". La espumas saltaban brutalmente ya dentro de la Ría, cómo no sería fuera.

Destino Doniños...
Playa mítica surfera e inmenso arenal rodeado de un entorno natural bellísimo.
La sopresa fue ya al bajar hacia el aparcamiento. Un carcajada de asombro, alucinamiento e incredulidad.

Dios! que es lo que está pasando!!!

Para!

Para!!

Más risas...

No puede ser... que bestia!


Aparcamos el coche y decidimos bajar hasta la arena.

Despacio, con la mirada perdida, como sin entender lo que estaba pasando, caminamos despacio sobre la arena fría y la brisa húmeda alimentada por el tremendo batir del oleaje.

Al fondo, sobre la entrada de la Ría de Ferrol, golpeaba el mar y leventaba espumas casi imposibles.

Más al fondo, con una luz difusa y oscura como de tormenta, se vislumbraba la Torre de Hércules. Galicia tierra salvaje.

Decidimos pasear hacia el Faro, adentrándonos como una lengua sobre el mar, para poder apreciar más de cerca el espectáculo. Caminamos despacio, observando, sorprendiéndonos, difrutando...

Al rato nos detuvimos en una punta desde donde se veían las olas enormes enfrente nuestro, casi se podían tocar con la mano, pero no, tan bellas como ingobernables.

Sentados charlamos, cómo no, sobre la vida y sobre las mujeres. El paso del tiempo y el porqué de las cosas.

Sin darnos cuenta habían pasado ya casi cuatro horas, un segundo en el tiempo, una marca en la retina. Estuvimos allí y lo vivimos. Un espectáculo natural de tales dimensiones te hace reconsiderar lo pequeño que eres, la liviandad de la existencia y lo sencillo y básico que tiene que ser todo para ser bello.