Si hay algo que me motiva excepcionalmente a la hora de ir a escalar, es hacerlo acompañado de mis amigos. No importa el grado, ni el lugar, ni el tiempo. Molan las risas mil que nos vamos echando a lo largo del día, que hace de cada momento algo único.
Foto por ChiniEste finde, porfín conseguimos juntarnos e ir a Valeria, que ya llevábamos un tiempecito intentándolo y las fechas nunca cuadraban.
Aunque el tiempo amenazaba, al final respetó y sólo muy al final del día se puso a llover. Pero como las fuerzas ya flaqueaban, fue la excusa perfecta para montar una cenita en casa y seguir con las risas.
Es muy agradable ver, como después de estar los últimos dos años "especializado" en Pedriza, que a poco que salgo y hago metros me encuentro en buena forma.
Eso de los desplomes, que lo tenía olvidado, va volviendo a resultar morboso.
El sentirse colgado con toda la fuerza de la gravedad ejerciendo sobre tu cuerpo, tiene su regustillo.
Escalar rápido, atlético y guardar un buen ritmo de respiración, tiene su aquel.
;-)
6 comentarios:
Gran dia, grandes vias, gran compania. Si no hubiese estado taaaaan cansado...
El sentirse colgado con toda la fuerza de la gravedad ejerciendo sobre tu cuerpo, tiene su regustillo.Sin duda. Parece que el retorno ha sido bueno, ¿no?
Iván tío, no te viste el careto de destrozado al salir de casa. Parecía que te había pasado un tren por encima.
;-)
Fer, este Manu tiene muuuuucho cuento!
Iván, jejejeje...carpe diem.
Habrán otros momentos de vías y buena compañía.
Que pasa Fer!
Pues lo cierto es que ya pensé que me había jubilado de éstas cosas.
Pero cuanto más "viejo más pellejo", y como me he pasado todo el invierno haciendo bloque, he ganado mucha fuerza.
Si a eso le sumo que estoy otra vez entrenando en el plafón, en cuanto gane un poco de resis, no me baja ni el tato de las vías!
Se me ve motivadillo, eh?
Yo suscribo la afirmación del título. Escalar con buenos amigos es mucho más que escalar.
Salud!
Publicar un comentario