02 noviembre 2007

Fin de fiesta - RACE 4ª Prueba

La verdad es que no sé como empezar.
Ya ha pasado la temporada y ha resultado tan rápido, que pienso si no me ha dado tiempo a saborearla...

Todo empezó en el mes de Abril, con una carrera en la que la idea era salir a ver que pasaba. Después en Junio, quise hacerlo bien, pero se me paró la moto dejándome con la miel en los labios.

La tercera carrera, la de Septiembre, fue espectacular por la intensidad y por las ganas que tenía de sacarme la espinita de la anterior cita. Pero quizás fue todo muy "precipitado" y rodé un poco al límite sin estar plenamente preparado. Tenía que darlo todo fuese como fuese.
Pero ahí me dí cuenta que quizás estaba llegando al final de la progresión. No sé, me estresó mucho y me dejó agotado.




Para ésta última el planteamiento era incierto. Por un lado quería hacerlo bien, y por otro quería no "cagarla" y jugarme una caída. Eran muchos los factores externos.


Por un lado la presencia de mi familia y por otro y volver a hacer una carrera entretenida.
Así como en otras carreras me sentía muy nervioso, aquí tenía cierto alivio. Ya había hecho lo que tenía que hacer y la idea principal era terminar bien y de una pieza.

Como siempre empezó todo muy temprano, ésta vez, más fresquito de lo habitual.
LLegó Alberto, descargamos su moto y ya en breve salió a la pista.
Al volver, me djo que no estaba mal del todo, pero que hacía un frío de la ostia.

Salí yo, sobre las 9.25 y pude constatar que hacía una rasca de huevos. Estaba totalmente agarotado y entumecido. Casi ni podía moverme sobre la moto. Me dediqué a rodar suave y pillar algo de ritmo. No podía arriesgar, la pista estaba fría y nunca había rodado en condiciones así.

Llegamos por la mañana con 4 grados de temperatura, cuando normalmente en verano no bajas de los 20. Así que había que ir con calma.
Se rodó en 57, nada del otro mundo, pero lo justo para saber que yendo sin apretar nada, estaba en tiempos.

Después desayunito como siempre, charleta agradable y distendida con Alberto, y a esperar a la siguiente tanda.

Había venido gente ya, y el tiempo pasó como siempre, muy rápido. En cuanto quise darme cuenta ya estaba encima de la moto otra vez.

Ahora sí, tenía que darlo todo. Pero estaba muy relajado, sabía lo que tenía que hacer y sabía como.

Así que a disfrutar.

Salí y dí un par de vueltas suaves, después empecé a tirar. Cierto es que la gente me pasaba, pero me dí cuenta que ya empezaba a ir por sitios donde no me lijaban tanto. Me enganché a un grupito que iba fuerte y traté de seguirles un rato. Fueron un par de vueltas, y fui analizando dónde eran mejor ellos (en todos los lados, vamos), y dónde podía mejorar yo.
Después se fueron y ya no pude aguantar. Pero seguí en pista, no como otras veces que me salía después de 4 ó 5 vueltas. Decidí terminar el entrenamiento, aunque fuese por ir rodando suave y sin estrés, por disfrutar. Probé a frenar menos y dejar que la moto fuese más rápido por paso por curva. Con el fin de buscar el límite de los neumáticos.
Lo cierto es que no noté nada significativo, aguantan lo que les echen y el límite está más allá. No sé cuanto, pero todavía no llego.

Todo salió a pedir de boca. Rodé en 53, nueva mejor marca mía. Pero lo mejor de todo es que no me había costado esfuerzo. Me había divertido y los tiempos habían salido...

Entre lío de gente y tal, me enteré que me había clasificado para la Challenge. No me lo podía creer!!!!!
Yo???
En serio??

Pero...
No puede ser?...

Pues sí. Era cierto.

Joder, por fín. Hasta ahora había corrido la "repesca" pero hoy, en mi última carrera iba a correr una "carrera de verdad", con una parrilla de 36 pilotos. Buff...
Increíble.

Todo lo relajadito que yo andaba se tornó en un nerviosismo brutal. Mi familia andaba por allí pero yo ya no pude hacerles mucho caso, estaba atacado de verdad, me temblaban hasta los pelos del sobaco. Me hacía caquita...

Además salía a las 14.30, y no a las 15.30, con lo que el tiempo para prepararme mentalmente se redujo. No sabía como afrontar la carrera. En la mixta, tendría posibilidad de luchar y de dar guerra. Pero en la Challenge sabía que todo el mundo rodaba más que yo.

Salía el 30 de 36 y el mero hecho de pensar en pasar la primera curva, me aterraba. Entraría alguno pasado?
Por donde la haría, abierto o cerrado??
Dejaría pasar a gente o cerraría todos los huecos??

Calentadores a tope, no había tiempo que perder.

Mi madre se ofreció para estar en línea de meta como "chica del paraguas", menudo punto!!
Fue un momento increíble e inolvidable. Estaba a pié de pista apoyándome!!!
Que fenómeno de mujer!!


Sé que fue un poco cansado para ella, que tuvo que correr de un lado para otro del circuito pero fue impresionante.

En la vuelta de reconocimiento me dediqué a observar el comportamiento de los que me rodeaban. A la gente se la veía como "más profesional" que en la mixta. Parecía que iban a por algo y que realmente se jugaban algo. Había más tensión...

Yo estaba el 30 en la parrilla de salida, en 8ª fila. Evidentemente, el escenario cambiaba mucho. Yo estaba acostumbrado a salir entre 12 y 15 personas. Ahora, hasta la primera fila había 8 líneas...
Un mundo infinito...

Me relajé. No tenía huevos para salir a muerte como otras veces. Lo cierto es que en parrilla de salida flotaba un poco. No me apretaba el pecho como otras veces, no me costaba respirar...
Estaba como ausente...
La gente empezó a acelerar y a hacer rugir sus motos, yo seguí lo que ellos hacían, pero como sin saber muy bien que estaba pasando.

Sin darme cuenta, la gente salió disparada. Coño!!!
Y yo que estaba haciendo!!


Solté el embrague y con un poco de miedillo aceleré a tope, se me escapaban. La había cagado en la salida. Después me dí cuenta que ni había mirado al semáforo, pero... es que quizás desde donde yo estaba no lo hubiese visto. No sé, me empané.

Estaba rodeado de motos, estaba como dentro de un enjambre a de abejas, todos querían picarme!!!

Sin darme cuenta ya estabamos llegando a la primera curva, mi gran pesadilla. Lo afronté con calma, éramos muchos y no me importaba quizás perder algún puesto. Pero me dí cuenta que los de alante iban raro, era probable que alguno se colase. No quería que me tocase a mí pagar el pato, así que me lo tomé con calma.

Hubo uno que entró coladísimo y se llevó por delante a dos otres. Dejó un hueco tremendo justo por donde yo trazaba y me dije: "esta es la tuya".

Entré con todo, aceleré fuerte y salí justo en medio del grupo, detrás de "los buenos". O eso pensaba yo.

Dí una primera vuelta todos en grupo, estirados, pero sin perder las referencias.

Ya en la segunda vuelta cometí el error de pensar que todos los que estaban delante mío eran mejores que yo. Porque el que me precedía no lo era. Empezó a quedarse descolgado y a ralentizarme.
Mierda...
Intenté pasarlo, en el siete, pero por fuera!!!

Ví la maniobra, y cuando lo tenía ya casi superado pensé que me estaba canteando, que yo no era un Lorenzo cualquiera, y en ese segundo de duda perdí el tiempo justo para pasarlo.
Sabía que podía con él que no me duraría mucho.
En la hípica entré bien, tracé suave y rápido, y saliendo volví a emparejarme. Pero sabiendo que teníamos que afrontar la bajada de Bugatti juntos, corté porque no me parecía el sitio más seguro para pasarle.

Salimos de Bugatti pegados, y en la redonda de derechas de arriba, la penúltima, me abrí para dejar rodar y correr la moto para a la salida pasarle (eso ya lo había ensayado en la anterior carrera y sabía que funcionaba).
Total, que me coloco, acelero y...
Ostias!!!
Si hay un tío por fuera, por la grava, haciendo eses como en motocross y va disparado en sentido hacia la pista.
Menudo hijjoputa, es que ni miró si venía alguien!!!!
Salió disparado y se metió en toda la trazada sin mirar siquiera. El tío que me precedía se asustó, se quedó un poco parado, y yo como un aguililla que había visto toda la juagada de atrás, les pasé a los dos.
Que perro...
Jajajajaja.

Tiré a muerte y frené a final de meta a muerte, los de delante se me habían escapadado definitivamente, pero bueno, lucharía por que no me pillasen los de atrás.

Al poco, el tío que se había salido me pasó. Era un "viejo" conocido, un amiguete hecho en las carreras. Sabía que él corría mucho y mucho mejor que yo, así que me dije, pues síguele.
Pero me duró poco, iba fostiao y como le hubisen robado algo...

Ya tranquilo y a sabiendas que no los iba a pillar me dediqué a rodar difrutando, entrando largo, sin frenar, dejando rodar la moto, sientiéndolo todo...

Pasaba por meta y veía a Guillermo encaramado al muro saludando y agitando los brazos como un poseso. En la siguiente vuelta, me propuse pasar pegao al muro y regalarles una buena lijada.
Salí de la última curva, pillé el peralte y la cuesta abajo y fuí a pegarme, pero...
Ostiás que me paso!!!!!!!!
Se me fué la mano, calculé mal y casi me voy al muro, pero de verdad. No me lo comí de milagro.

Jajajajajajaja.

Rectifiqué sobre la línea blanca ya, y les lijé.
Jajajaja, que buenooooo!!!!

Luego me dí cuenta que mola, porque si te pegas al muro sales mejor colocado para la frenada de fin de meta. Un punto.

En la última vuelta miré para atrás y ví que no venía nadie, así que relajé y rodé disfrutón, disfrutón. Saboreando hasta el último metro del circuito. Me relamía de satisfacción.

Lo había hecho.


Había corrido, y había llevado a cabo uno de mis grandes sueños. Estaba en paz conmigo mismo, es una página más que se cierra. Pero se cierra no para finalizar nada, sino todo lo contrario, ahora abre todo un nuevo libro por escribir.

Recibí mi bandera a cuadros, como lo hice la primera vez, gas a fondo...

Pasé por línea de meta, alcé la vista y os busqué en las gradas.

Allí estábais, animando, animándome. Había cumplido mi gran sueño y no estaba solo. No cabía en mí mismo.

Alcé mi brazo derecho y saludé.

Después alcé los dos e intenté saludar, pero...
Guuuuuaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!
Casi salgo volando!!!!!

Tan rápido como alcé los brazos, tuve que bajarlos. No sé a qué velocidad iría, pero lo suficientemente rápido como para casi salir disparado!!!!
Casi me salgo de la moto, que fuerte!!!!
Que susto.

Bueno, pues después ya sabéis, saludos de los comisarios de pista, y aplausos. Una pasada.

Me paré justo en la recta de detrás de la de meta, para intentar hacer una quemada de rueda.
La cosa quedó un tanto ridícula, ya que no conseguí nada y casi se me va la moto, pero bueno, había que intentarlo.

Jajajajaja.

Después ya, parque cerrado, abrazos y demás...


Cierta soledad.

Finalizar la temporada ha sido como cuando termina un verano. Ha estado increíble, pero sientes que necesitas más, que no quieres que se acabe. Subes la moto al carro, y sabes que va estar en un garaje durante todo el invierno y con ella tus emociones.

Ahora queda mirarla y volver a soñar.
Nuevos retos, nuevos circuitos, nuevas experiencias.

Quién sabe porqué nos gusta montar en moto. Es algo que no se puede cuantificar, por unos instantes flotas en un mundo a mil millas de la realidad cotidiana. Todos tus sentidos son uno y proyectas tus miedos y tus inquietudes fuera de tí, sólo hay un cosa.

Como decía el mítico Steve McQueen en la peli "Las 24 Horas de LeMans":
"Correr es vida, todo lo que ocurre antes o después, es sólo una espera."













Gracias Paz por el reportaje fotográfico, todo un recuerdo.
;-)




1 comentario:

Chinita dijo...

Muuuuuy...pero que muy chuli...
A ver la siguiente temporada...y a seguir con esa ilusión CAMPEÓN!!!

Un abrazo muy fuete!!!