Este año, parece que la temporada se partía en dos. Por una lado la primera mitad con las dos carreras antes del verano, y la segunda mitad ahora, con las dos últimas carreras.
Tenía muchísimas ganas de que llegase la hora de la carrera por muchísmas razones. En primer lugar, porque después de que se parase la moto antes de terminar la 1ª vuelta de la carrera anterior, necesitaba saber si sería capaz de aguantar el ritmo.
En segundo, porque tenía ganas de comprobar las buenísimas sensaciones que saqué después de rodar en el mes Julio en Albacete y después de haber tenido tiempo útil para sacar conclusiones tanto de trazadas, frenadas, tacto de los neumáticos, formas de abrir gas, y sobre todo ritmo y capacidad de acople.
Tercero porque andaba preocupado por el tema eléctrico que hizo que se parase la moto, y que no tenía ni idea de dónde podía venir. Para Albacete condené el sensor de la pata de cabra, que se perfilaba como el más claro de los motivos. Pero aún así, se paró un par de veces, eso sí volviendo a arrancar inmediatamente. Así que para esta carrera estaba mosca, aún así me aseguré y dejé la instalación eléctrica muy bien atadita para que no sufriese ni vibraciones, ni se desplazase por la velocidad o el viento.
Con estas, me planté el viernes en el circuito para pasar las verificaciones, que tan me habían traído de cabeza con anterioridad, y ésta vez no hubo problema. Podía dormir tranquilo, ya estaba todo en orden.
Por temas de curro Alberto, no podría venir a la carrera. Alfonso, se fracturó unos huesos de la mano en verano,y tampoco podría correr...
Me quedaba solo ante el peligro...
Me aterraba la idea.
Lo cierto es que uno de los motivos, quizás el más fuerte, por el que me animé a correr es porque no lo hacía solo. Así que mi motivación para esta carrera era incierta, me faltaba respaldo. Y eso minaba mi autoconfianza y hacía mi planteamiento distinto, no tenía referencias.
Llego temprano como siempre, me gusta tener tiempo para echar un vistazo a los boxes, a la gente, y sobre todo a la pista. Me subo a lo más alto de la grada del siete y visualizo toda la parte de abajo del circuito. Me gusta, me diverte y sé que se puede hacer mucho mejor y mucho más deprisa.
Al rato llega Francesc, y me pregunta que, qué tal ando. Le comento que nervioso, pero con ganas.
También andan por allí los chicos con los que comparto box, son muy majetes, pero a primera hora todo el mundo está muy pendiente de sus cosas. Todos estamos a lo nuestro.
Con todo bajo control y sin nadie con quien comentar la jugada, me dedico a ver los entrenamientos de los pares. Ya rugen las motos y como siempre, cada vez que los veo pasar por el muro, se me encoje el estómago. Pienso menudos locos, que locura!!
Pero sé que en rato voy a estar yo ahí. Me parece increíble verles como locos, para después ser capaz de vivir yo eso desde dentro y no inmutarme, no sentir miedo, ni la sensación de irresponsabilidad que ahora me inunda.
Curioso.
Con tiempo, me pongo el mono, arranco la moto para que vaya calentando y empiezo a dudar. Hoy hay algo que no me convence, no sé que es, pero ando un poco dubitativo. Como si no tuviese claro que hacía ahí.
Me subo a la moto, me retiran el caballete, y salgo.
Las ruedas están como piedras, joder...
Despacito las dos primeras vueltas y poco a poco empiezo a sentir que ya van.
Ando muy despistado y no siento que entre por la trazada ni de coña, freno mal, acelero fatal, no sé ni colocarme en la moto, me resbalo, tiro de freno de atrás un par de veces...
Estoy acojonado...
Tengo la malísima sensación de llevar la moto única y exclusivamente de manillar, lo que me hace sentir que fuerzo la dirección y que llevo la moto forzada, como a contracurva. El cuerpo no acompaña, solo voy de brazos.
Subiendo Pegaso, noto una inseguridad brutal, ya que voy remando de brazos y la dirección no sólo se mueve, sino que la obligo, y a parte de levantar la rueda, la llevo girada.
No me gusta nada, cagadito que voy...
En este estado decido agotar la tanda, con el fin de rodar lo máximo posible, pero sé que voy como el culo.
Al terminar me pregunta Francesc cómo me ha ido, y le digo que como un perro. Que he ido fatal, y él me dice que me ha visto, y que he ido cagado.
Tiene toda la razón del mundo.
Interiormente, me digo a mí mismo, pero qué malo eres, seguro que no has bajado de los dos minutos. Lo cierto es que no daba un duro por mis tiempos, pero tremenda sorpresa me llevé!!!
Pilotando como un perro, había bajado dos segundos mis tiempos de la carrera anterior, había rodado en 56.
Como??
No podía ser, qué curioso.
Lo comenté con Francesc, y él me dijo que haber rodado en Albacete me había resultado muy beneficioso. Que es muy, muy bueno variar de circuito ya que eso te hace crecer técnicamente. Y razón no le falta.
Poco a poco voy aprendiendo cosas y dándome cuenta de otras. Es un trabajo de interiorización, de preguntas y respuestas, siempre buscando llegar un poco más allá. Imagino que como en todos los deportes, ya que con la escalada pasa algo similar.
Con tiempo ya, hablé con Santi, un pavo muy majete que pilota muy bien y con el que comparto box, sobre el tema de ir de brazos. Me dijo que eso es un error y que puede ser peligroso. Puede ser peligroso, porque fuerzas la dirección y no dejas que la moto entre ni corra. Cargas peso donde no debes y puedes llegar a perder la rueda delantera.
Me explicó que no es fácil, que nos pasa a todos, y que cuando él va así, juega a relajar los brazos y "mover los codos" de tal forma que vea que no va apretando.
Con esa premisa salí a los segundos entrenamientos, por ahí ya habían venido Guillermo e Inma.
Salí más confiado, había montado goma trasera nueva, ya que la otra andaba un poco zurrada. Despacito fuí calentando y encontrando el sitio. No había nadie con un ritmo similar al mío para engancharme, putada...
Dí unas cuantas vueltas buenas, y cuando todo el mundo empezaba a lijarme salvajemente, decidí que ya había hecho lo que tenía que hacer y me salí.
Volví a rodar en 56, pero esta vez sin miedo y con conocimiento de causa. Todo estaba bien y yo estaba bien. Mi cabeza sabía que estaba ahí, y mi cuerpo acompañaba. Llevaba la moto con el cuerpo, no con manitas de cerdo.
Según me bajé de la moto, fuí a hablar con Santi y le dije que sus consejos me habían venido de cine, estaba muy confiado.
Después ya empezó a venir la gente, y al final nos juntamos unos cuantos, Javi, Lolita, Bego, Iñigo, Carlos, Alvarito, Javi, Juan...
Al final volvía a salir en la carrera mixta, cosa que me imaginaba, y que también me tranquilizaba. Sabía que rodaría con gente de mi nivel y que tendría posibilidades de mejorar, al poder "engancharme" a alguien más rápido que yo.
Un ratito antes corrieron los chicos de la Challenge y estuvo la carrera muy divertida y bonita. La vimos desde la grada del 7. Después al terminar, fui a felicitar a Jorge, porque había hecho una muy buena carrera y había conseguido salir indemne de los ataques marrulleros que le hicieron constantemente.
Después me dijo que si quería que me dejaba sus calentadores para mi carrera, que ya no lo iba a usar. Flipé, que pavo más majo. Así que se los enfundé a la moto, porque sabía que no tenía mucho tiempo. Deben estar puestos, unos 40 minutos antes de la carrera, y yo tenía media hora escasa, pero había que intentarlo!!!
Salir con ruedas calientes iba a ser una experiencia nueva, y sabía que tenía que aprovecharla.
Me puse mono, guantes y casco, y ya en la moto me encaminé a la vuelta de reconocimiento. Ahí ya pude constatar que las ruedas iban de puta madre, así que salí fuerte para que terminasen de pillar temperatura.
Formación.
Estaba el 7º de 10.
Bueno, no era el último...
Bego me sostiene la paraguas en la salida, cosa que no sabe cuánto le agradezco, porque en esos instantes, es una ayuda impagable.
Salida de la vuelta de calentamiento, entreno la salida y todo ok.
En parrilla ya, una vez más trato de relajarme. Respiro profundo, pero esta vez me resulta más difícil. Ando muuuucho más nervioso que las otras veces.
Sé que tengo que hacerlo bien y quiero hacerlo bien, lo necesito. Debo sacarme la espinita de la pasada carrera.
Semáforo rojo...
Empiezo a acelerar...
Se apaga...
Empiezo a soltar el embrague, acelero fuerte, y salgo disparado!!!!
Los dos tíos de la fila de alante se quedan absolutamente clavados y...
Por una milimillonésima de segundo me hacen dudar, no tengo sitio, sólo quepo entre medias. Como uno salga y haga un mal movimiento, me lo llevo por delante, pero ya no puedo parar. Así que los arraso.
Salgo y me coloco tercero!!!!
Empiezo a flipar...
Al final de recta, me coloco a la izquierda para pillar buena trazada, pero idiota de mí, se me cuelan dos. Joder, has dejado la puerta abierta coño!!!
Eso no se hace, joder!!!
5º ya, salgo detrás de ellos.
Van fuerte, pero parece que los voy aguantando.
En la parte de arriba, veo que se me empiezan a ir, y que no voy a ser capaz de seguir su ritmo, así que resignado, sigo yo con el mío.
En la segunda vuelta, a la entrada de la Hípica, se me cuela otro tío.
6º ya.
Nooo joder, no eres tan malo.
Decido seguirle y veo este no se me escapa, jejejejeje.
Me tiré 3 o cuatro vueltas detrás de él rodando a un ritmo infernal y superconcentrado. Es increíble el nivel de estres, concentración, adrenalina y yo que se qué, que se descarga y se sufre en esa situación.
El muy capullo no rodaba especialmente rápido, pero se hacía la entrada a la Hípica que te cagas, justo donde yo pinchaba.
Todo lo que recuperaba durante el resto del circuito, él me lo quitaba en la dichosa Hípica.
Así que en la 5ª vuelta intenté acercarme a él para ver si lo pasaba en el "Siete". Pero llegué un tanto justo.
Viendo que no, me coloqué subí la moto un poco más al exterior de la curva, para luego cerrarla y poder acelerar antes, y así intentar pasarle antes de la Rampa Pegaso. Pero no dió tiempo.
Nos emparejamos, pero él llevaba el sitio bueno, así que corté un poco, y a por él en otro sitio.
Traté de pegarme lo más posible, en Hípica me sacó un poco, como siempre. Pero ya en la bajada Bugati, en la salida y en la siguiente curva, lo tenía a tiro.
Me puse muy pegado con el fin de salir a recta de meta y rebasarle allí.
Nos pusimos en paralelo y retrasamos los dos la frenada más de lo "habitiual". Al ver que no me molaba pasarle justo en la apurada de fin de recta, porque me podía pasar y colarme, decidí soltar un poquito antes, pero colocarme de tal forma que ganase paso por curva y capacidad de aceleración justo a la salida.
Le cazé.
;-)
Entre la curva 1 y la dos, le metí la moto y yo llevaba el sitio. Así que a partir de ahí a tirar y a cubrir huecos. Me hice una vuelta de escándalo, en la que después ví que había rodado en 54, otros dos segunditos menos....
Estaba ya muy agotando, tanto física, como mentalmente. Me lo estaba pasando en grande, pero iba ya justito. Me quedaba una vuelta y sabía que éste venía justo detrás. No le podía ver, pero sabía que estaba ahí.
La frase de "sentir el aliento en el cogote", no sabéis lo que significa...
La última vuelta era una guerra de resistencia. Yo cansadete y con la calculadora en la mano, o mejor en la cabeza. Sabía que no iba a poder rodar tan rápido como la anterior vuelta, porque lo había dado todo. Pero también sabía que si bajaba el ritmo, me iban a pasar.
Fuí hasta el fondo y apuré el final de meta. El Siete lo hice un poco colado y le ví por el rabillo del ojo. Estaba, efectivamente, ahí.
Pegaso a fondo, y en la entrada a la Hípica va y me adelanta!!!!
Nooooo!!!
Joder con el trabajo que me había costadoooo!!!!!!!
También veo que viene otro tío detrás, y que casi me mete la moto. Pero va muy por el interior, y yo llevo las de ganar. Tengo más rápida salida de la curva.
Pienso, que quizás tenga una oportunidad de pasarle justo entrando en meta, por rebufo. Así que me tiro como un poseso Bugati para abajo, apuro mazo la frenada, y gano algún metrillo.
Salimos en aceleración, y parece que se me escapa, pero en la siguiente curva, entro fuerte, tiro la moto, y me pego muchísimo.
Le tengo...
Abro fuerte, y...
Joder, antes de tiempo!!!!!!!!!!!
Salgo hacia el exterior de la curva y me subo un poco al piano, enderezo la moto y me doy cuenta que ya no llego, subo una marcha y entro 6º al final, muy cerquita del otro.
Le hubiese podido pasar...
Bueno en cualquier caso carrerón!!!!!!!!
Vuelta de Honor, increíble como siempre, y después llegada al Parque Cerrado.
Tremendo eufórico que me entró que os abracé a todos!!
Y si llega a haber alguien más tb lo hubiese abrazado.
Fue increíble, tan divertido y tan intenso, que exploté como las burbujas de una botella de Champán.
Las tres primeras fotos son de la Rodada de Albacete en Julio.
13 septiembre 2007
Euforia - RACE 3ª Prueba
Publicado por Manu en jueves, septiembre 13, 2007
Etiquetas: Motos
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