Hace ya unas semanas tuve uno de esos sueños de los que cuando despiertas tienes perfecta consciencia, y de los que parecen tan reales que los medio vives.
La historia consistía en que no sé cómo, me iba casar con mi hermanastra. Yo no entendía la jugada porque yo no quería casarme, pero mi padrastro me convencía.
Así que me veo el día de la boda, en la iglesia, con los invitados y yo sin comprender nada. Todo el mundo contento y dándome la enhorabuena. Yo la miraba y decía...
Pero si yo no quiero.
Total que para terminar de convencerme, mi padrastro me echa el brazo por encima del hombro, y me lleva a un sitio donde me va a dar un regalo por la boda.
Me lleva a una sala, donde había invitados sentados ya en las mesas, y abre una especie de cómoda, de donde saca un lote regalo como del carrefour. Consiste en una botella de Sidra y otra como de licor, de esas que vienen como protegidas por una malla y con frutos macerando dentro...
Joder, flipáis con mi careto.
Menudo bajón...
Qué angustia.
No sé cómo pero ya estaba casado.
Con mi "dote" miraba hacia el fondo, donde me esperaba mi amada vestida de blanco y pensaba en todos mis amigos casados que no me habían advertido de lo que ésto suponía.
(Además ella tenía un novio que la quería muchísimo. Porqué nos casábamos...
Lo que son los sueños, eres consciente de ciertas situaciones, pero no puedes actuar sobre ellas).
Yo no quería esto, pero si me separaba tendría que pasarla una pensión de por vida!!
Joder que hijos de puta, porqué me habían dejado casarmeeeee!!!!!!!
Ella estaba sentada al lado de dos mesas metálicas de color verde un tanto oxidadas. Las mesas rodeadas por varias sillas metálicas también y muy roñosas. De esas del tipo de cuando tomábamos Mirindas en nuestra más tierna infancia??
Pues haceros un idea de la escena.
Colgaban entre dos árboles unas cintas de adorno con triangulitos de colores y una bombilla antigua que iluminaba la escena de un amarillo ténue.
Llegué hasta mi esposa y pensé, que bueno, ya que había perdido todo al menos me quedaba el amor. Me acerque, la levanté de la silla, la agrré y la besé.
Uffff, no me estaba molando nada. Ese típico beso que ves que no...
Ufff...
Nos separamos y ella me dijo con todo su amor: "te sabe la boca a mi elixir".
Arrrrrrgh!!! No había seguro en el mundo frase más romántica...
Hundido, me senté sobre una de las sillas de Mirinda, la contemplé y ví pasar mi vida fugazmente delante mío.
A éstas alturas os imagináis que lo siguiente fue despertarme.
Gracias a Dios!
En ese estado semicomatoso, ni despierto, pero tampoco dormido, tuve una especie de revelación a modo de cuento-metáfora sobre una relación pasada.
Todo empieza cuando voy a la cocina y veo un armario precioso, muy coqueto, que seguro está lleno de cacharros. Eso lo intuyo, porque las puertas están entreabiertas y quizás algo combadas.
El armario es precioso, no puedo evitar dejar de mirarlo y me seduce la idea de abrirlo, es como un gran regalo listo para mí.
Inspecciono y husmeo, porque me da miedo el que al abrirlo se me caiga todo todo encima y tenga un disgusto. Pero me reconozco incapaz de evitar la tentación. Es precioso y aunque sepa que me puede hacer daño, lo abro.
Por unos instantes quedo maravillado con su belleza y me digo a mí mismo. Ves, no era para tanto.
Ensimismado, y antes que pudiera darme cuenta, sale volando una sartén que me golpea en la cabeza. AY!!
Miro para arriba, y pienso, solo era una sartencita de nada. Derrepente, sale volando una cacerola. Y me golpea en "toalacabeza". OY!!
Ya un poco mosqueado, y más alerta pensando que quizás no era ésto lo que esperaba, sigo contemplando su belleza, porque no puedo retirar mis ojos del armario.
Instantes depués se desprende una paellera enorme, que resbala, me da en toda la cocorota y me deja tambaleando. UY!!
Segundos más tarde oigo un tremendo estruendo, BRRRRROOOOOOUUMMMMMMMM!!!!!!!!!!
Y se me cae el armario entero encima. Uff, que dolor!!
Quedo semi-enterrado bajo una pirámide de utensilios y cacharros de cocina, de tal forma que sólo se me veían las extremidades.
Como puedo, me libero de los cacharros , me incorporo, y con cara de tonto me digo: ahora te toca colocar todo este desaguisado a tí solito.
Poco a poco empiezo a guardar los cacharros uno a uno, y muy bien ordenaditos dentro del armario.
Con la trermenda suerte que un día pasa un amigo, me echa una mano y me deja un regalo: un consejo.
Otro día más tarde, viene una amiga, y me deja otro regalo: otro punto de vista.
Posteriormente otro, y me deja otro regalo: su afinidad.
Y así, poco a poco van pasando los días y al final los cacharros vuelven a estar colocados dentro del armario, para después de todo darme cuenta de una cosa:
Gracias a mis amigos soy más rico que cuando decidí abrir el armario.
Ahora, un poco de música para pensar y disfrutar.
Hay pocas canciones que reflejen tanto la realidad de la vida como ésta. Es como la vida misma, con su ritmo constante y machacón, con sus altos y sus bajos...
Simplemente maravillosa.
Nota: El video no tiene nada que ver con la música, mejor leed la letra.
Lindsay was my first love she was in my class
I would have loved to take her out but I was too shy to ask
The fullness of my feeling was never made clear
but I send her my love with a bang on the ear
Nora was my girl when I first was in a group
I can still see her to this day, stirring chicken soup
Now she's living in Australia working for an auctioneer
but I send her my love with a bang on the ear
Deborah broke my heart and I the willing fool
I fell for her one summer on the road to Liverpool
I thought it was forever but it was over in a year (oh dear)
but I give her my love with a bang on the ear
The home I made with Bella became a house of pain
we weathered it together bound by a ball and chain
Is started up in Fife, and ended up in tears (oh dear)
but I send her my love with a bang on the ear
Krista was a rover from Canada she hailed
we crossed swords in San Francisco we both lived to tell the tale
I dont know now where she is oh but if I had her here
I'd give her my love with a bang on the ear
So my woman of the hearthfire, harbour of my soul
I watch you lightly sleeping and sense the dream that does unfold (like gold)
You to me are treasure, you to me are dear
so I'll give you my love with a bang on the ear
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